lunes, 11 de octubre de 2010

Solia

Capítulo 1: Julieta no lo sabe

Hace mucho que no sé de Sofía. Sin querer he dejado de amarla, aunque eso en teoría suena imposible, creo que no he podido amar a alguien más que a Sofía y no sé si llamarlo obsesión, pero ese olor que aún recuerdo no he podido volver a encontrarlo en nadie más. Creo que quise que ella se vaya o no sé si lo quise, pero dejé que pasara, y siempre te queda esa sensación de no haber dado el último beso, pues no sabías que no regresaría. En realidad no he tratado de buscarla y solo la recuerdo mientras bebo algún vaso de alcohol de los que son tan familiares últimamente en mi vida, no sé qué es lo que ha cambiado, no entiendo que es lo que en realidad ha pasado y no creo que la haya dejado de amar, pero ella se aleja cada vez más.

Julieta no comprende mis estados de ánimo y aunque nunca hace mucho por cambiar mi situación, siento que está aún a mi lado porque me quiere, pero ¿por qué me quiere? Si me he convertido en un ser totalmente raro, distinto. Creo que comprendo eso de lo que tanto me quejaba, por qué estar con un imbécil que te hace daño, y la respuesta por lo que hay es amor, un amor quizás tonto, pero amor, algo que no entenderé. Siento que Julieta me ama, me ama cada día más aunque yo no quiera darme cuenta. Pero yo no la amo, creo que no la amo o por lo menos creo que ya no la amo, quizás nunca la amé.

Julieta no entiende porque otra vez estoy borracho en día de semana, no comprende porque no la he llamado como quedé, no comprende porque mis ojos están rojos, si hace un par de horas éramos aparentemente felices, viendo esa película de nombre extenso, protagonizada por Jim Carrey y Kate Winslet, esa película que me hace acordar tanto a Sofía. Aunque Sofía ya no está, no hoy, ni hace mucho, ni en las películas, ni en mi sueño, ni mucho menos en mi corazón y Julieta no lo sabe, nunca fui capaz de hablarle de Sofía, solo sabe que me gusta ese nombre y dice que a ella también, qué tonta, qué idiota que soy.

Julieta está de espaldas, hace mucho que está de espaldas, no sé si está llorando o simplemente quiere decirme algo, no entiendo si desea no voltear o simplemente está jugando a ser los desconocidos, a no “amarnos” esta noche. Julieta tiene los hombros descubiertos, los hombros con unas pocas pecas que son reflejados por la luna llena, su cabello amarrado en un moño perfecto dejan ver por completo la combinación delirante de los hombros desnudos y su cuello que son un solo placer. Y juego a amarla, a desnudar más partes de su piel y sentir como se erizan sus poros lentamente. Miento al besarla, miento al amarla, miento cuando digo su nombre y veo otra imagen en mi cabeza, miento cuando mis manos reconocen su cuerpo y lo confunden con otro, miento cuando somos uno solo, miento cuando se recuesta en mi pecho y suspira mientras queda dormida, miento cuando le digo que la amo.

Julieta cree en mis mentiras y me siento un cretino, un idiota, alguien que nunca quise ser. Julieta me vuelve a creer, cuando le digo que no tengo nada, ella no me entiende y piensa que ya se me pasará. Odio ser tan cobarde, odio mi maldita cobardía, por eso perdí a Sofía, ahí está nuevamente Sofía, ese nombre que no logro borrar desde que escuché el título del libro de Gaarder, cuando me enamoré de una idea y de una mujer, de un sueño. Pero Sofía ya no está y dudo que quiera volver, volver para mí, para un idiota mentiroso y sumamente cobarde, volver para alguien que seguro no reconocerá, para ver a una persona que se convirtió en una persona que tanto odio, en un patán, en un maldito y sucio manipulador de sentimientos, Sofía no me reconocerá, pasará de largo y ni me observará, buscará a la persona que fui y no lo encontrará, se volverá a ir y no regresará, esta vez no regresará.

Julieta no entiende porque estoy llorando, cree en mis mentiras nuevamente y me abraza muy fuerte, tan fuerte que siento que absorbe mi pena y por un momento creo que sabe porque estoy así, es como si con ese abrazo hubiese podido leer mi mente. Me abraza con amor, con dulzura con una dulzura de la que me enamoré y rompo en llanto, las lágrimas traspasan su polo morado y ella llora conmigo, no sé si sabe ya de mi traición. Ambos lloramos como niños, pero nadie dice nada, nadie articula una palabra, ella lo sabe, siento que ya lo sabe. Julieta me mira y me da un beso en los ojos y siento que la vuelvo a amar, me dice que no llore, que me voy a arrugar y me sonríe; yo me siento confundido, no sé si ya lo sabe, pero me mira como si esperara que le dijera algo, le doy un beso y vuelvo a confundir sus labios y me odio nuevamente.

Sofía no está en mis sueños y mucho menos en mis pesadillas, ya no está en los libros que leo, ni en la música que escuchó, ya no en las películas, ni en los labios de Julieta.

Sofía me mira a lo lejos, siento que es ella y no sé si me reconocerá, no quiero entusiasmarme. A mi lado esta Julieta, que por primera vez no me preguntó si estaba bien, que por primera vez no dejó de reír con mis estupideces. Julieta tiene un gorrito de lana y está muy linda, me cuestiono por que una mujer tan bella como ella puede estar con algo tan asqueroso como yo, Julieta me agarra de la mano y me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa un poco confundido. Sofía se acerca, lo sé porque siento su aroma perturbador, Julieta no sabe nada de Sofía por eso sigue riendo mientras camina, Sofía es tan linda cuando sonríe a lo lejos, Julieta se detiene por una extraña razón, Sofía sigue avanzando directo hacía mí, Julieta me da un beso, Sofía frena a unos pocos metros, Julieta me besa muy dulcemente parece como si supiera de Sofía y quiere evitar que yo pueda reaccionar, Sofía gira a la derecha y cruza la pista en verde, Julieta dice que me ama, Sofía se confunde con la gente, Julieta vuelve a tomar mi mano, ambos nos perdemos en la calle, lejos de Sofía, mi corazón empieza a latir con normalidad, Sofía aparece de vez en cuando en mi cabeza cuando le tomo una foto a Julieta, Julieta sonríe inocente, no sabe nada, no lo sabe aún.

1 comentario:

  1. Buen post Oscar. Tiendo a aburrirme cuando se prolongan las historias pero el secreto de tu publicación es que no se trata solo de la plasmación de los sentimientos del personaje sino la recreación de escenas intensas. Muy buen final, sigue escribiendo.
    El tema me es muy familiar, vaya que lo es.

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