viernes, 24 de julio de 2009

Bienvenida a mi mundo

- Bienvenida a mi mundo – le digo mientras la rodeo en uno de mis tan dulces sueños.

Ella de espaldas y sin saber que es lo hace en esa hermosa playa que solo existen en los sueños. La abrazo y nos mentimos amor eterno con un falso beso que terminará en un amargo despertar, retornando a la triste soledad que me saluda con un día totalmente gris. Un día tan gris de los que ya estamos acostumbrados los soñadores, que pensamos en felicidad mientras dormimos, y hacemos cosas que jamás haríamos despiertos.

Trato de que este sueño dure un poco más que los anteriores, nunca sé como acaba o es qué en realidad no quiero saber como acaba, me da miedo que termine como debe terminar, uno lejos del otro y sin pronunciar palabra alguna, mientras se observan silenciosamente al extremo de una sala, vestidos de gala y uno tan solo consumiéndose en un vaso de Whisky, mientras al otro extremo de la sala ella ríe como de costumbre, acompañada de miles de personas que sin duda no conozco ni pienso conocer.

A lo lejos uno es valiente, piensa y dice lo que jamás dirá, trata de buscar las palabras correctas para no arruinar el momento como ya le ha pasado años atrás, parado frente a su falso amor, implorando compañía eterna en una palabra que con frecuencia solía sentir y solo su respuesta negativa y el frío de la calle se apoderaba de sus sentimientos.

Quedan frente a frente vestidos de gala y sin sonido alguno a su alrededor.
Todos desaparecen y quedamos solos, los dos sin saber que decir o pensar, solo nos vemos, nos observamos, nos analizamos, nos reímos y nos amamos.Nos amamos en el único lugar donde nos podemos amar: en mis sueños, y trato que nunca se acabe, qué dure por lo menos un par de horas más, un par de besos más, una historia más.

-Bienvenida a mi mundo- le digo cada vez que la veo en mis sueños, donde fingimos amarnos o por lo menos yo finjo que ella me ama, como nunca lo hará…. como yo lo hago.

lunes, 13 de julio de 2009

¿Volveré a escribir?

Creo que perdí el don de escribir, de transmitir mis pensamientos en una hoja virtual, en publicar aventuras que solo yo entiendo y disfruto viendo a los demás tratar de descifrarlo. Quizás haya perdido esa mística característica que me impulsaba a seguir escribiendo, a enredar las palabras y sentir esa sensación que recorría mi cuerpo escarapelando el más mínimo vello, haciéndome vivir batallas que jamás enfrentaré, por cobardía o simplemente por no querer tratar.

Un par de semanas atrás sentí que la mitad de mi alma se iba volando en un avión, que despegaba sin verla volar y me sumía entre mis sábanas un poco triste y avergonzado, mientras fabricaba estímulos que me hagan sentir bien y olvidar la pérdida. De noche la culpa me golpeaba reclamando muchas cosas las cuales no entendía, mi sistema cambio la noche por el día y los días ya no eran claros, si tornaban un tanto oscuros y respiraba con la luna, muchos llamaron a eso depresión otros falta de algo, yo solo atinaba a decir que era un desorden un tanto neurológico y seguía vendiendo mi alma cada segundo después de pasaba la media noche.

Un día en que pensaba que todo estaba saliendo bien, que los momentos buenos volvían y que los pensamientos que por muchos años me obligaron a tener se habían borrado; que el destino me ofrecía un nuevo comienzo y alguien perdonaba mi soberbia dándome una nueva esperanza, ese día el alcohol se volvió a convertir en odio las reacciones fueron las mismas, los disgustos y las caras largas se volvieron nuevamente similares, las promesas fueron nuevamente rotas, mientras esperaba frente al televisor que una promesa más se terminé de romper y la ira se apoderé de mis acciones y vuelva a caer en la misma reacción de todos los martes o miércoles en la humillación y la satisfacción personal, y un silencio nuevamente rompía mis oídos.

Y un avión regresó cargado de humillación y un poco de hipocresía, es verdad me olvide aumentar las discusiones. La hipocresía se encontraba parada con un globo en la mano, como queriendo tapar el que intencionadamente causo una semana atrás, por rencores tontos. El no amor se paraba alejado unos 20 metros o quizás un poco más y la soberbia se burlaba torpemente de la vida sin saber que la vida pronto se burlará de él… los abrazos no tardaron, las preguntas arremolinaron y las sensaciones se mezclaron creando nuevas sensaciones que terminarían transformándose en sentimientos falsos o quizás sentimiento guardados no usualmente expresados e inversamente utilizados en palabras como amor y odio.


No sé si vuelva a recuperar ese don, sí, el don de expresarme, de escribir enredando mis ideas, de lograr confundir y solo saber de que hablo cuando intento plasmar una idea, de retomar la batalla y seguir luchando contra tantas cosas que solo viven en mi mente y volver a enfrentarme victoriosamente a las diversas aventuras que habitan en mí, a tantas cosas que no me atrevo y con mis palabras logro cumplir, a encontrar eso que me falta y sentirme bien por unos segundos un tanto cortos…

quizás y ya no vuelva a escribir como antes lo hacia, como hace meses lo hacia, queriendo responder muchas cosas, quizás no lo vuelva a hacer, .... quizás…